El Palacio de Cristal del Parque de El Retiro acoge desde el 18 de septiembre y hasta el 8 de diciembre, una exposición de Evaristo Bellotti (Algeciras, Cádiz 1955). Se trata de una instalación, “Escultura”, realizada en mármol blanco de Macael y agua que emerge del suelo y se proyecta en todas direcciones hasta perderse de vista. “Escultura” está constituida por una trama regular de losas de mármol blanco, que forman una sucesión de incisiones curvas en forma de S, y por unas depresiones generadas a partir de las curvas en las que se forman los charcos de agua. Es sobre estas superficies de mármol donde el agua se queda atrapada.
La instalación “Escultura” esta formada por 3.204 piezas de mármol y de agua cuyas medidas 3×100x33 cm abarcarán una superficie total de 1000 metros cuadrados y cubren la totalidad de la planta del Palacio de Cristal.
La reflexión de la luz sobre el agua y la propia evaporación convierten a esta escultura en una obra sujeta a los cambios de la luz y de la temperatura ambiente del Palacio de Cristal. Con los pies desnudos, el visitante tiene la oportunidad de pisar los charcos de agua y sentir las depresiones labradas en el mármol. Esa posibilidad de poder recorrer la superficie de la obra, hacen de esta “escultura” algo más que un objeto visual.
Evaristo Bellotti es escultor, pintor, dibujante y escritor. Desde que expusiera por primera vez dibujos y esculturas en Almagro en 1982, en la Galería Fúcares, ha mostrado su obra en numerosas galerías de arte de España, y del extranjero, (Estados Unidos, Alemania, Suiza, Italia…). Su obra forma parte de las colecciones, entre otros, del Museo Artium de Álava, del Centro Andaluz de Arte Moderno y del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.
A principios de lo años 80 emergió entre los escultores más sobresalientes del momento, con una obra en mármol blanco que tenia una fuerte influencia del arte griego y romano. La libertad en el uso de la cita, el nomadismo cultural y el referente arqueológico le inscribieron de lleno en la post-modernidad que venía a renovar los lenguajes de la escultura. En 1985 expuso en el programa “Currents” del ICA de Boston y dos años más tarde en la Galería Vijande de Madrid. Ese mismo año recibió una beca del Comité Conjunto Hispano Americano para residir en Nueva York, donde permaneció hasta el año 1991. Durante este periodo abordó la búsqueda de nuevos recursos para la escultura y su interés hacia las fuentes del arte barroco le llevaron al uso de la madera, el agua, el cristal, los metales y toda clase de materiales encontrados.
En el año 2001 la Diputación de Cádiz en colaboración con el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo organizó una exposición retrospectiva (1990-2001) que pudo verse en Cádiz, Sevilla y el Círculo de Bellas Artes de Madrid.
Vía REVISTADEARTE
