BENJAMIN LAADING es un artista noruego que creció en África y que ahora reside en París. Desde pequeño se sintió fascinado por la calidad estética de las letras que, al margen de poder expresar conceptos, sentimientos, etc. también tienen un valor gráfico como elementos compuestos de líneas y puntos. Según él mismo explica en una entrevista realizada por CITRUS REPORT, su dislexia, descubierta a una temprana edad, también contribuyó a esa apreciación de las letras como imágenes abstractas.
Muy influenciado por el Graffiti y por cualquier acción artística realizada en la calle, Laading siempre tuvo claro que lo suyo no era crear arte de forma ilegal y se considera una especie de puente entre estos dos mundos artísticos. Se podría decir que se ha auto-impuesto una misión para acercar la estética urbana al mundo de las galerías; así, sus obras que describen trazos realizados con spray (con fat caps), están en realidad hechas a base de puntos (Imágenes de BABOU):
Aunque es un trabajador incansable, su producción no es enorme ya que invierte muchísimo tiempo y esfuerzo en cada una de las piezas que pinta. Ante la obra de Laading siempre hay que preguntarse qué es lo que se esconde tras ese primer vistazo. Un buen ejemplo es este oso blanco realizado para un evento de ecología urbana en Nanterre (Francia) y que realizó con polvo y suciedad que recolectó en túneles de varias autopistas: