Tarde de domingo en Baltimore

Ya os comentaba en el post anterior lo que el Festival ARTICULATE ha dejado en Baltimore; una colección impresionante de murales en el antiguo centro de la ciudad. Aprovechando que estaba en esta ciudad, decidí pasarme por algunas de las obras realizadas para el pasado festival OPEN WALLS y que no llegué a ver en su día.

La primera parada fue en un parking bastante grande en el que se encuentra este gigantesco mural de EVER. Tuve la suerte de que cuando llegué a este lugar, no había nadie a mi alrededor. Durante un buen rato no pasaron coches, no vi a nadie andando… nada. Solo el mural y yo. Os aseguro que fue una experiencia casi mística:

Junto al mural de EVER, vi también un par de posters de SORTA y fue cuando estaba fotografiando estos, que dos vecinos se acercaron y me comentaron lo contentos que están con la aparición de tantos murales (sólo el Open Walls ha dejado más de 20). Fueron ellos los que me hablaron de un callejón lleno de graffiti y que por supuesto, me acerqué luego a ver:

El siguiente mural me lo encontré por casualidad. Dando vueltas con el coche (perdidos) tratando de encontrar la Estación del Norte, dimos de bruces con una gasolinera abandonada en cuyo lateral se encuentra esta curiosa pieza 3D de XXIST (y un tag de Sorta). Indagando un poco sobre este muro, he visto que para su realización, el autor creó un perfil en Kickstarter (mirad el video, que me merece la pena) y consiguió recaudar los fondos necesarios para su ejecución. Xxist es un artista bastante interesante ya que desde que abandonara el ejército hace un par de años, se ha dedicado sin descanso a muchos y muy diferentes proyectos.

No muy lejos del mural de Xxist se encuentra otro de los murales estrella del BOW. Se trata del que pintaran los ucranianos INTERESNI – KAZKI. De este mural me gusta absolutamente todo; la arquitectura del muro, el fantástico uso del color, la composición, la simbología…

Justo al cruzar la calle se encuentra el callejón que los dos vecinos me habían comentado antes. Se trata de una calle estrecha entre un solar vacío y dos naves industriales. Una de las naves muestra un mural firmado por Trixie (¿). Como veis en las imágenes, su estilo es una mezcla entre el comic japones y el diseño grafico. Lo sorprendente es ver lo limpio que está, sobretodo en medio de semejante caos artístico.

La segunda nave luce una serie de piezas de graffiti puro y duro. Entre ambas naves, un pequeño callejón sin salida sirve de soporte para un increíble conjunto de graffiti y street art que cubre paredes, suelo, ventanas, etc. Cuando estuve allí, un grupo de gente estaba grabando un video musical, por lo que no pude hacer muchas fotos, pero las suficientes como para dar una idea. Ya al final del callejón, una tapia de madera sorprende por lo simple de su diseño, especialmente si se la compara con lo que le rodea. Una bonita composición geométrica en un gama de colores sencilla y amable. Desconozco el autor:

A estas alturas el sol comenzaba a desaparecer poco a poco, así que nos montamos en el coche y fuimos directamente a visitar los cuatro murales que me faltaban por ver. El primero fue el de JOSH VAN HORNE, que muestra un colorido código QR y que os animo a que decodifiquéis para descubrir la sorpresa que esconde (es curioso):

Muy buenos también los murales de CHRIS STAIN, OVER UNDER y VHILS. Este ultimo, detrás de la estación de tren y un poco escondido tras una valla de madera que despliega una buena colección de piezas de graffiti, realizadas en su mayoría por escritores locales:

Aquí terminó mi viaje de un día por Baltimore. Una ciudad fantástica llena de arte por todos los sitios y habitada por gente encantadora. Estoy seguro de que estos festivales no son más que el principio de algo grande y poco a poco, vamos a ir oyendo más sobre esta urbe americana. Considerada por muchos como la ciudad del norte que se encuentra más al sur y por otros muchos, como la ciudad del sur que se encuentra más al norte, los propios baltimorianos no hacen caso a nadie y continúan desarrollando y disfrutando un carácter propio que les convierte en una de las ciudades más interesantes de la costa este.