El Aldrich Contemporary Art Museum, en Ridgefield (Connecticut) esta presentado la espectacular obra Still Life, realizada por Serge Spitzer.
Este proyecto se compone varios miles de pelotas de tenis repartidas por los jardines del museo. Pero no se trata de una simple composición de objetos estáticos, como el propio titulo puede señalar. La instalación anima a que la gente, la naturaleza y la propia vida, interactué con la obra. Se presupone que mas de uno moverá las pelotas de tenis al andar por los jardines, los niños jugaran con ellas, mas de uno incluso, se llevara alguna de ellas a casa… Aparte de esta interacción con el hombre, el paso del tiempo se vera reflejado en el crecimiento de la hierba, haciendo casi imperceptible dicha obra al final del periodo en el que estará expuesta.
Para esta instalación, Spitzer ha trabajado junto a un artesano chino en la producción de las pelotas de tenis, ya que están customizadas con un estampado de inspiración militar, pero pixelazo. Lo gracioso del tema, es que cada bola es única y dicha estampación no se repite. Al final de la exposición, las pelotas de tenis que queden en el lugar, serán recogidas y recicladas, para la reutilización de la goma y el fieltro.
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