ARTINFO ha creado una curiosa lista con varias de las obras de arte que ocupan las calles de Nueva York este verano. Si el año pasado la ciudad se gasto un dineral con las cataratas de Olafur Eliasson parece que esta vez, la crisis ha hecho que el ayuntamiento tire de artistas implicados en el reciclaje y en la creatividad como fantástico suplente de los medios técnicos y/o económicos.
FRANZ WEST, “The Ego and the Id” es una colorista instalación creada para la retrospectiva que el Museo de Baltimore ofreció el otoño pasado sobre este artista.
Esta situada en la esquina sur de Central Park y se compone de dos “loops” realizados en aluminio de unos 7 metros de alto. Lo mejor de todo es que ofrece la posibilidad de ser usada como asiento, o como atracción para los mas pequeños. Una idea simple, llamativa, amistosa… brillante.
JOHN MORTON, “Central Park Sound Tunnel”. También en Central Park, esta vez muy cerca del zoo, se encuentra esta instalación de sonido creada por el vanguardista músico.
Se trata de una “pieza” de 20 minutos (que suena cada media hora), creada a base de mezclar por ordenador sonidos capturados en el parque durante el año pasado: niños jugando, gente haciendo deporte, la propia naturaleza, grillos, animales del zoo, poesía… lo mejor es que cada vez que esta composición suena es diferente, ya que el ordenador altera los tiempos y los sonidos.
STEVE McQUEEN, “Deadpan”. La ultima obra comisariada por Creative Time se encuentra en pleno Time Square y se trata de una provocadora pieza de video que se muestra en la pantalla de la MTV (entre las calles 44 y 45). El video de cuatro minutos de duración se proyecta a las horas en punto, cada hora.
Realizado en 1997, esta basado en la comedia de Buster Keaton en la que la fachada de una casa cae sobre un personaje (en este caso el propio McQueen) saliendo milagrosamente ileso. El video en si muestra este hecho una y otra vez, grabado desde diferentes ángulos, creando así un magnético e hipnótico resultado. Lo único un poco surrealista es el lugar de su proyección; paraíso kitsch donde los haya, entre anuncios de Nike y Gatorade.
SPENCER FINCH, “The River That Flows Both Ways”. El nuevo High Line Park en Chelsea, ha dado mucho que hablar debido a su atrevido diseño, coste y por ser una de las mejores obras que Nueva York ha hecho en los últimos años (mi opinión). Pero ahora además, otro buen motivo para su visita es la obra publica que alberga.
700 paneles de cristal coloreado que “traducen” el viaje de 11 horas y 40 minutos (700 minutos en total) que el artista realizo por el Río Hudson, tomando fotografías de sus aguas cada minuto. Sobra decir que los paneles tratan de capturar ese tono del agua del río mas importante de Nueva York.
RICHARD WOODS, “wall and door and roof”. No hace falta decir que me gusta el conceptualismo, pero si que es cierto que me encanta cuando los artistas ponen el sentido del humor al servicio del arte. Este es un buen ejemplo, ya que Woods ha recreado las garitas de guardia del City Hall (Ayuntamiento de NY) en forma de cómic. Resulta realmente divertido ver a los guardas de seguridad haciendo guardia en estos espacios que parecen sacados de un libro de Tintín.
ETHAN LONG, “DDP 2.0”. En pleno Rocakaway Beach (Queens), lugar famoso por haber visto a Los ramones de juerga en numerosas ocasiones, se encuentra esta instalación – escultura que aúna elementos minimalistas y tecnológicos.
Se trata de un enorme cubo de dos metros y medio de alto realizado a base de tierra y otros elementos, que cuando llega la noche, enciende unas luces LED que le otorgan una especie de aura que lo hace extrañamente atractivo.
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