PAOLO CIRIO es un artista italiano preocupado por la identidad del ser humano en unos
tiempos en los que toda nuestra información esta en Internet, al alcance de
todos. Su trabajo responde a una investigación de la manera en la que
percibimos el mundo que nos rodea; la creación de una realidad política,
cultural y económica manipulada por aquellos que se dan cuenta de que el poder
está en la información.
Su
último proyecto “STREET GHOSTS”, se apoya en las nuevas tecnologías para hacer
una crítica a la desmedida exposición que sufrimos en las grandes ciudades.
Nuestros pasos quedan reflejados por medio de cámaras de seguridad,
fotografías, números de identificación, etc. y todo de una forma involuntaria.
Cirio
se ha ayudado de Google Maps para extraer imágenes de personas que paseaban por
la ciudad mientras el coche de Google fotografiaba el entorno. Con estas
imágenes, crea posters a tamaño natural y los pega en el lugar exacto donde se
tomó la fotografía; por supuesto sin autorización ninguna. Uno de los aspectos
curiosos de este proyecto es que el artista desafía voluntariamente el
copyright que Google tiene de estas fotos,. Lo cual es irónico ya que Google
toma estas fotos nuestras sin pedir ningún tipo de permiso.
Para
acompañar el proyecto, ha desarrollado UNA WEB en la que podemos ver las
imágenes usadas para crear “los fantasmas”, así como las localizaciones.
Además, anima a todo el mundo a participar en este Street Ghosts, bajando fotos
de nuestras ciudades y creando estos fantasmas digitales.
Por
cierto, os recomiendo que le echéis un vistazo a otros proyectos que Paolo Cirio ha llevado a cabo en el pasado, ya que son sorprendentes: clonar la
identidad de un espía ruso y no parar de trastear con las redes sociales;
descargar (de forma pirata) libros en Amazon y distribuirlos de manera
gratuita; crear una web con miles de citas de autores famosos pero con nombres
cambiados, palabras inventadas, etc.; crear toda una promoción sobre un
documental inventado y crear también toda una respuesta anti- documental que
terminó por aparecer en los medios; robar un millón de perfiles de FaceBook y
crear con ellos una web de contactos; crear y distribuir miles de tarjetas de
crédito ilegales, con dinero virtual falso, con el ánimo de crear una más justa
redistribución de la riqueza…