PABLO S. HERRERO y DAVID DE LA MANO pintaban hace unos días este fabuloso mural en la SALA DE CURA (Zamora). No es la primera vez que estos artistas colaboran juntos y creo que es evidente el porqué.
Los característicos árboles desnudos de Pablo encajan a la perfección con las figuras de David, ya que ambos usan la monocromía y la línea como técnicas recurrentes en su obra. Entre los dos han conseguido crear un mundo propio en el que sus habitantes, sienten y sufren de la misma manera que lo hacemos en este. Me gusta muchísimo la cantidad de escenas que se reparten por todo el mural, recordándome a las escenas de Brueghel “el Viejo” o del Bosco (ambos pintores flamencos de finales del s. XV, principios del s. XVI).
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