No puedo dejar de mirar las fotografías de este matrimonio. Es como una maquina perfecta que no para a la hora de crear imagines maravillosas. Un gran tandem.
Su universo surrealista pone al hombre en una situación de protagonista, en la que admira lo que descubre e inventa los mecanismos de supervivencia en un mundo hostil que lo rodea. Todo este sentimiento, arropado por una deliciosa belleza estética que usa los tonos grises, sepia, tierra… Todo muy orgánico y amable; a veces, incluso humorístico. Es este cocktail, precisamente el que crea un resultado espectacular, bello, sutil y potente a la vez.
En su trabajo mas reciente, han comenzado a incluir el color y a alejarse un poco de ese mundo onírico que tanto les caracteriza. Siguen siendo maravillosos, pero personalmente, me quedo con sus obras anteriores.
Echadle un ojo a su web y decubrid sus increibles imagenes.
Oh! Y en Octubre de este ano estarán en Nueva York, concretamente en la Galería Jack Shainman.
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