Hace años que una exposición no generaba tanto revuelo en Francia como la muestra JEFF KOONS en Versalles. Desde hace semanas, profesionales de la cultura y habitantes de la localidad ubicada 20 kilómetros al oeste de París protestan contra LA EXPOSICION, abierta al publico el pasado mes de septiembre.
Los objetos del "rey del kitsch" expuestos en los aposentos reales del Palacio de Versalles hasta el 14 de diciembre, son considerados por muchos una mancha en el legado cultural francés. El artista conceptual neoyorquino, con su perro gigante de acero de color rojo o su conejo de Playboy, pretende confrontarnos con imágenes que fueron parte de nuestra infancia (dicho por el propio artista), sin embargo, muchos parecen no entender este enfoque artístico. Para ellos, los 17 objetos de consumo que Koons elevó a la categoría de objetos de arte, dejan mucho que desear.
Las obras fueron elegidas de manera que estén en relación con cada uno de los salones", aseguró el promotor de la exposición, Jean- Jacques Aillagon, presidente del museo. Aillagon es amigo de Koons y lo nombró en 2001 (cuando era ministro de Cultura) caballero de la Legión de Honor. Con semejante antecedente (es el más alto honor oficial al que puede aspirar un artista en Francia) las críticas suspicaces no tardaron en llegar. "Este no es más que otro negocio entre amigos", dijeron por lo bajo algunos profesionales de la cultura.
A primera vista, es difícil entender por qué el Balloon Dog, de dos metros de altura, está parado en medio del Salón de Hércules, con cuadros de Paolo Verones (s.XVI). Un Michael Jackson neobarroco de tamaño natural de porcelana reina en el Salón de Venus, la diosa del amor… ¿el resultado? Más críticas y comentarios, como también generó el hecho de que ninguna de las obras seleccionadas fuera creada por KOONS especialmente para la exposición.
Vía: REVISTA EÑE
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