CANDY CHANG ha convertido una vieja pared de su barrio en Nueva Orleáns, en una pizarra gigante en la que invita a la gente a exponer lo que quisieran hacer antes de morir. Una invitación a hacer público un pensamiento muy privado (de forma anónima) de una manera positiva y que crea lazos invisibles entre todos los que participan.
Me alegra que la gente aproveche esta oportunidad para escribir deseos de verdad: “que mi hija termine la carrera”, “visitar Roma”, “ver a mis estudiantes convertidos en maestros”, etc. Aunque como siempre, los hay que se toman las cosas un poco mas a la ligera (… o no tanto?): “ser una sensación en YouTube”, “salvar mi alma”…
1 comment:
se sale!!
me gusta mucho cuando los artistas hacen participes de la obra al publico,lo carga mas aun de significado, se enriquece,me encanta ese feedback!! buena entrada!!
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